jueves, 22 de diciembre de 2011

Demasiadas alternativas aturullan al cliente

Así es, aunque en un principio pudiera creerse que la venta va estrechamente ligada a la cantidad de productos ofrecidos o mostrados al cliente,lo cierto es que en la realidad del día a día, éste percibe con más claridad la necesidad de un producto cuando se presenta de forma individual o bien comparándolo, como mucho, con uno o dos más que cuando presentamos de seguido todo nuestro catálogo.

El cliente se dispersa ante tantas opciones, demasiadas alternativas para que pueda decidir con convencimiento.

Hagamos por un momento el ejercício de meternos en la piel del cliente. Para cualquiera de nosotros es fácil elegir entre dos o tres productos porque se identifica con seguridad el que más nos gusta, el que se adapta por precio, el que consideramos más necesario. Elegir entre dos o tres productos nos deja la sensación de acierto, de haber realizado una buena compra.

Sin embargo, imaginemos por un momento que vamos a comprar una simple esponja de baño y nos dan para elegir una docena de modelos diferentes, cada una con características diferentes, tamaños,precios, colores, textura ¿qué sucede? Que empezamos a dudar y a pensar que es más vistosa la de lunares, pero que quizá frote mejor la azul, claro que, por tamaño, donde esté la verde, aunque, mirándolo bien, la que parece de más calidad es la blanca... ¿Y qué sucede al final? pues que ya casi elegimos para no perder más tiempo pero sin convencimiento, con la sensación de que no hemos acertado e incluso,si no resulta imprescindible, quizá aparquemos su compra para el próximo día,a ver si tenemos las ideas más claras y mientras tanto,si vemos en otro establecimiento una esponja que nos llame la atención, seguramente la elijamos pensando que es exactamente la que se adapta a lo que andábamos buscando.

Es sólo una opinión y como siempre,se admiten críticas y otros puntos de vista.

Un saludo,

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