jueves, 22 de diciembre de 2011

El fútbol también vale


Aquí estoy, de lunes y encima con semana de fiestas. Por cierto, Feliz Navidad para todos vosotros.

No es que quiera buscarme enemistades, que va, nada más lejos de mi intención pero me pide el cuerpo compartir con vosotros lo que sentí viendo el partido de fútbol entre los dos grandes la semana pasada. Para mí fue una excelente lección de ventas.

En el césped, al comenzar el partido, había dos ...equipos con ganas de ganar, los dos podían hacerlo, a uno se le puso todo de cara a menos de un minuto de comenzar, es como cuando un cliente te pregunta el precio de un producto. A partir de ahí, si no cierras es pedido es asunto tuyo, el cliente ya ha demostrado su interés. Pues en el partido, la posibilidad de triunfo para el equipo de casa estaba asegurada, había marcado pronto y estaba jugando bien pero, lo que realmente me llamó la atención fue la reacción del visitante, no se amilanó ni pensó que su competencia era mejor, ni dio por perdido el partido (para nosotros pedido), que va, lo que hizo fue unirse, creer en sus posibilidades e ir a por el partido (lo que sólo saben hacer los buenos vendedores cuando el cliente les dice que tienen otro presupuesto mejor, o que el precio de la competencia es más asequible o simplemente que se lo van a pensar. Los buenos vendedores, los que tienen confianza en su propia capacidad y en su producto, siguen luchando por el pedido, buscando nuevos argumentos, diciéndose yo puedo.

Y eso es lo que hizo el equipo visitante y marcó dos veces. Entonces, cuando un buen vendedor hubiera dado la talla con argumentos de peso, con novedad, con la frase más ocurrente, el equipo casero no lo hizo, se sintió perdedor, creyó que era mejor el contrincante y perdió porque le faltó fé en sus propias posibilidades.

Y eso es todo por hoy. Lo dicho, a pasarlo muy bien en Nochebuena, que sea noche de paz, de alegría y encuentro. Nosotros volveremos a encontrarnos el próximo lunes.

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