jueves, 22 de diciembre de 2011

Estímulos internos y externos

En el transcurso de los últimos treinta años, he aprendido a amar y respetar mi profesión profundamente. También a respetar a todos mis compañeros porque reconozco las dificultades que encierra esta tarea. Hay que tener talento, una voluntad a prueba de fracasos diarios y una capacidad de trabajo por encima de la media, para llegar a ser un profesional cualificado de la venta y no un charlatán de feria.

Porque reconozco la venta como tarea creativa, bien remunerada y mejor valorada en el campo laboral, digo a todos aquellos que ahora estén comenzando,y busquen un trabajo de este tipo o que elijan dedicarse a la atención de clientes, que olviden anticuados clichés de vendedor, por ejemplo, que venta y engaño son sinónimos. Qué error. Este tremendo error ha llevado al traste a muchos posibles buenos vendedores. No superaron la idea del sinónimo y se dejaron abatir por los comentarios ajenos. Vender es, por encima de otras muchas cosas, convertirse en aliado del cliente, en el mejor soporte de su negocio y de ahí el título de este artículo.

¿Qué es un estímulo interno? una emoción que el vendedor exterioriza y le acerca al cliente, por ejemplo, la empatía cuando es sincera. El cliente lo percibe y crea un vínculo afectivo con ese vendedor que le entiende. También la amabilidad sencilla, sin afectación, hace que el cliente se sienta a gusto y comprendido.

¿Qué es un estímulo externo? Todo lo que rodea el trabajo del vendedor, empezando por su imagen, su organización, el hábitat en el que desarrolla su tarea. Todo eso forma parte de su "marca de la casa", y por tanto, para bien o para mal, va a crear su personalidad y a forjar su identidad. Si acierta con los gustos generales de sus clientes, tendrá éxito, de lo contrario, será un visitador más que pasa por allí, por si acaso el cliente necesita comprar algo, pero nunca será un vendedor con pedigreé. Eso hay que ganárselo con cada gesto, con cada acierto, con cada error rectificado.

Seguiremos hablando, hasta la próxima.

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