jueves, 22 de diciembre de 2011

Ganó doña Voluntad

Cuenta el libro de los objetivos cumplidos que hace muchísimo tiempo se organizó una carrera, a través del bosque, entre doña Inteligencia, doña Prisas y doña Voluntad, para comprobar quién de las tres, haciendo gala de sus respectivas capacidades, conseguía llegar en primer lugar a la meta.

Doña Inteligencia, conocedora de su capacidad, se entretuvo ideando la mejor estrategia para ganar la carrera con el mínimo esfuerzo. Sabía que ella era la favorita, así que se tomó su tiempo pensando y pensando, que era lo que más le gustaba hacer, pero sin moverse de la salida.

Mientras, doña Prisas, salió rauda, sin informarse del recorrido ni de las normas de la carrera, sin soperar sus posibilidades ni los riesgos que el esfuerzo a realizar le supondrían. Tanto corrió que llegó sin aliento a la Gran Cuesta y en ella cayó rendida, le faltaron las fuerzas necesarias para alcanzar la meta.

Doña Voluntad salió despacio, quería ganar, sabía que podía hacerlo. Se repetía para sus adentros que el éxito dependería de sus aciertos, de la ayuda que le aportara su amiga doña Perseverancia y sobretodo, su amigo don Entusiasmo. "Venga, Voluntad, que tú puedes", le repetía don Entusiasmo para animarla.

Y ella avanzaba atenta a cada bache, moderando su velocidad en las subidas y manteniendo buena marcha en los descensos, cogiendo las curvas con maestría. Su meta era superar el metro siguiente y luego otro y otro y otro más. Avanzaba sin pausa, realizando el esfuerzo justo para conservar las fuerzas necesarias que le permitieran llegar a la meta. Doña Voluntad tenia muy claro que no sólo se trataba de avanzar, además había que hacerlo en la dirección correcta,. la que le llevaría a la meta anhelada.

Y ganó doña Voluntad porque unió el talento a la acción y ésta a la constancia y todas se apoyaron en el entusiasmo.

No existe obstáculo que impida triunfar a este quinteto.

Y colorín, colorado...

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