miércoles, 9 de julio de 2014

¿Qué hizo que Selfridge lograra el éxito?

Frases de Selfridge, fundador  de los almacenes Selfridges (1909) en Londres.

El cliente siempre tiene la razón.
(nunca estuve de acuerdo con esta frase, el cliente a veces la tiene y otras veces no, pero la discusión sólo nos aleja de él. Mejor el convencimiento).

Hay que vender sueños.

Las nuevas ideas siempre despiertas miedos en los otros.

Si entra la mujer a comprar, la familia  irá detrás. (por eso en los almacenes Selfridges colocaron los perfumes y cosméticos al lado de la puerta).

El escaparate presenta la historia de lo que ofrecemos al público.

No hay diversión como el trabajo.

Ser ambicioso no es perjudicial y tener sueños, tampoco.

Esto es imposible, pero hemos conseguido lo imposible otras veces y ahora también lo conseguiremos.

No se preocupen por si sus compañeros dan la talla. Primero denla ustedes.

Las personas y no los números son lo importante en una Empresa, su fuente de riqueza.

Aquí tenemos al auténtico Selfridge. Para los que no habéis seguido la mini serie acerca de su vida en televisión, os dejo un resumen.

Selfridges es una cadena de grandes almacenes del Reino Unido fundada por el emprendedor norteamericano Harry Gordon Selfridge en 1909. Actualmente es la segunda mayor cadena en ese país tras Harrods. Su actividad se centra sobre todo en artículos con cierto poder adquisitivo diferencial, el cliente como centro de atención y complacencia por parte del vendedor, y en el producto como una muestra de excelencia y refinamiento. Selfridges también dispone de dos grandes almacenes en la ciudad de Mánchester.

La trayectoria de la empresa comienza cuando su fundador, Harry Gordon Selfridge, abandona la empresa Marshall Field & Company) en Chicago y entra a formar parte de la familia Buckingham, incrementando así su posición social y económica, lo que le permite a la postre abrir la primera tienda londinense. Con ideas de marketing innovadoras, introduciendo el concepto de exhibicionismo dentro de las ventas, permitiendo al cliente que entra en sus grandes almacenes encontrarse más que un muestrario de productos, un museo de conceptos actuales, poniendo la perfumería en la planta baja para causar la complacencia inicial de los sentidos y haciendo fácil pero seguro el acceso al manejo de los productos por parte del cliente. Esto establece un concepto que es posteriormente adaptado por todas las cadenas de grandes almacenes. Dentro de esta filosofía de ventas se le atribuye a Selfridge la incorporación al capitalismo occidental de la frase "el cliente siempre tiene la razón".


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